«Escupo sobre ETA, me dan asco. Van de salvadores y solo son una banda de asesinos cobardes. Escupo una y mil veces sobre todos y cada uno de ellos». La frase, llena de rabia e impotencia, salió de los labios de Manu Zamora el 20 de enero de 1993, dura y sangrienta etapa de la banda terrorista, horas después de que el etarra José Antonio Olarra entrara en la sociedad gastronómica Gaztelupe, aprovechando el ruido de la tamborrada de San Sebastián, para descerrajar un tiro en la nuca de Josean Santamaría Vaqueriza, un exfutbolista vasco...