La clase obrera en EEUU ha sufrido golpes devastadores desde la crisis económica capitalista del año 2007. Ahora la amenaza de una nueva recesión se percibe a través de los mercados financieros. Los presupuestos municipales y estatales ya han sido recortados a nombre de la austeridad. Los servicios gubernamentales, entre ellos los de hospitales, escuelas, bibliotecas, agua y alcantarillado, han sido privatizados – vendidos para generar ingresos inmediatos necesarios para pagar los intereses de los préstamos bancarios. El impacto de estas ...