El problema de la justicia mexicana se refleja en Adán Cruz Gallegos, un indígena zapoteco de Oaxaca que lleva siete años encarcelado a la espera de una sentencia. Sus abogados afirman que lo obligaron a firmar una declaración de culpa sin entender español. Al igual que Adán de la Cruz, en México hay unos 8000 indígenas –la mayoría no habla español– encarcelados, a la espera de una sentencia. Y podrían pasar años antes de que su situación se resuelva, porque en muchos casos, la carga de trabajo es grande en la Defensoría Pública.