Giovanni, un joven italiano de 16 años, se ha suicidado arrojándose al vacío desde la ventana de su habitación, un tercer piso de un barrio de Lavagna (Génova). El motivo: 10 gramos de hachís. Giò, así era conocido entre sus amigos, fumaba porros. Antonella, su madre, preocupada por la adicción del adolescente, decidió dar aviso a la Guardia de Finanzas.