Casi 40 años después, el fiscal de la Audiencia Nacional Pedro Rubira argumenta en su escrito que aunque el atentado en sí pueda estar prescrito, hay otro delito cometido por los etarras, el de integración en organización terrorista o banda armada, que «es de tracto sucesivo, es decir, se realiza mientras que la persona o personas se encuentren integradas en dicha Organización». Este argumento podría impulsar la investigación de los alrededor de 300 asesinatos que ETA cometió después de la aministía de 1977 y que no han sido resueltos.