España ha cerrado el ciclo político más convulso de la historia de la democracia reinstaurando el régimen. El poder vuelve al poder. De donde nunca salió. El régimen se ha reinstaurado y recolocado, la rueda sigue girando y vuelve al punto de partida. No ha habido dragones, ni fuego valirio, pero la enmienda a la totalidad del régimen ha pasado a ser una transformación burguesa que ha dejado atrás el feudalismo. Gatopardismo supremo.