La AEPD entiende que al entregar los datos personales que figuran en la etiqueta de envío adherida al paquete a una persona no autorizada como es un vecino, el responsable está vulnerando la obligación de seguridad del tratamiento y de la integridad y confidencialidad. La resolución impone por estas dos infracciones un total de 70.000€ de multa a UPS.

Este tercer paquete tenía unas carecterísticas similares a los anteriores y llegó al complejo militar del Ministerio de Defensa esta madrugada, según las fuentes consultadas. La Policía Nacional ya se ha hecho cargo de las pesquisas dentro de las diligencias previas que ya han sido judicializadas. El primer envío detectado iba dirigido al embajador. Un trabajador de nacionalidad ucraniana lo abrió y provocó una deflagración en el jardín del recinto. No había pasado los controles del escáner.

La entrega de paquetes en el propio domicilio puede llegar a ser una verdadera odisea, sobre todo en verano, cuando la mayoría de españoles parten de vacaciones y no hay nadie en casa o el repartidor llega en un horario distinto al establecido. Unos vecinos han encontrado la solución y han colgado un cartel en el portal de su domicilio dirigido al repartidor de Correos y del que se ha hecho eco la cuenta de Twitter LiosdeVecinos, que recopila diariamente lo que se ve en los portales de los edificios, casi siempre en forma de carteles.

El problema llegó cuando la empresa de manera unilateral y sin informar a los receptores de ese paquete cambia el lugar de entrega del producto y lo entrega sin realizar las comprobaciones de identidad necesarias. Esto es lo que ha determinado la AEPD que ha impuesto una gran sanción a GLS por violar el artículo 6 del RGPD. Al no recibirlos y contactar con GLS se informó que había sido retirada en una de las sedes por alguien no autorizado, pensando que se ha suplantado la identidad de los receptores...

Un policía indio ha sido aclamado como un héroe después de coger una bomba con sus propias manos para proteger a 400 niños. Abhishek Patel, de 40 años, corrió 1 km con el artefacto al hombro para llevarlo a una distancia segura del patio de la escuela donde había sido encontrada. El oficial arriesgó su vida cargando la bomba de 10 kilos después de enterarse de que no habían técnicos para la desactivación de explosivos disponibles para desplazarse al lugar. "Mi único objetivo era alejar la bomba de allí", dijo el policía.