Da igual cómo te definas: mujer u hombre, anciana o joven, de izquierdas o derechas, trans o cis, homo, hetero, demi o… La cuestión es que, si te defines, y sientes, como una persona que quiere luchar por una sociedad más libre e igualitaria, serás recibido con la sororidad que caracteriza al colectivo.