La Franja de Gaza ha amanecido siendo otra. En el cuarto día de la guerra entre Israel y Hamás, al menos 704 palestinos han muerto por el bombardeo continuado de los aviones y drones israelíes. Entre ellos, hay dos periodistas y 140 niños. Al otro lado de la ahora más que nunca militarizada frontera, Israel empieza a enterrar a las más de 900 víctimas mortales de los ataques de Hamás.

La vida cotidiana en Gaza se ha deteriorado rápidamente durante los últimos dieciséis años de sitio israelí. Hoy en día, aproximadamente el 97% del agua de la franja se considera insegura para beber; más de la mitad de la población vive bajo el umbral de pobreza; el 80% de la población de la franja depende de la ayuda extranjera; y el futuro de la mayoría de los jóvenes es incierto, con el 64% de ellos sin empleo y sus sueños y aspiraciones sofocados por las limitaciones del bloqueo.

Israel retiró tropas y colonos de la Franja de Gaza en 2005. Amir Avivi, un general israelí retirado, dijo que sin presencia en Gaza, habían tenido que depender cada vez más de medios tecnológicos. "Aprendieron a lidiar con nuestro dominio tecnológico y dejaron de utilizar tecnología que podría dejarles al descubierto”. “Han vuelto a la Edad de Piedra”, dijo, explicando que los milicianos no utilizaban celulares ni computadoras y gestionaban asuntos sensibles en salas protegidas especialmente contra el espionaje tecnológico o bajo tierra.

Israel se prepara para una posible invasión terrestre en territorio palestino. Ha trasladado tropas, tanques y otro material militar a la frontera de Gaza, y ha llamado a filas a 300 000 reservistas. Se ha pedido la creación de un corredor humanitario que permita a los palestinos escapar antes de esta posible invasión terrestre que supondría brutales combates urbanos.

Entre bombas, este sábado llovieron panfletos sobre Gaza. En los panfletos lanzados desde el aire, Israel pide a cerca de un millón de gazatíes que se desplacen hacia el sur, mientras que Hamás insta a la población a permanecer en sus hogares. Las Fuerzas de Defensa de Israel afirman que "atacarán con gran fuerza". Las Naciones Unidas, los países árabes y la Unión Europea reaccionaron con preocupación ante la orden de evacuación, ya que muchos gazatíes dijeron que no tenían adónde ir.

Jonathan, que lleva mucho tiempo participando en Anarquistas contra el Muro y en otras iniciativas de solidaridad anticolonial, se enfrenta actualmente a una pena de prisión por sus actividades de protesta a principios de este año. En la siguiente entrevista, describe cómo ve la actual escalada. También describe cómo el sistema judicial israelí oprime estructuralmente a las personas palestinas; explica cómo apoyar a los presos y presas palestinas y evalúa la eficacia de los esfuerzos de solidaridad a lo largo de los años.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió a Israel que volver a ocupar la Franja de Gaza sería un "gran error", aunque defendió el derecho del Estado judío a ingresar en el enclave palestino para eliminar a los combatientes del grupo islamista Hamás.

Miles de personas, entre ellas varios palestinos con nacionalidad española, esperan en la frontera de la franja con la región egipcia del Sinaí un acuerdo diplomático permite la evacuación al menos de los ciudadanos extranjeros atrapado bajo las bombas israelíes. El paso fronterizo de Rafah, que conecta el sur de la franja con la península egipcia del Sinaí, permanece cerrado y también bajo los bombardeos israelíes después de una semana de guerra en la que Israel ha devastado por completo el enclave palestino.

Las reservas de comida en la Franja de Gaza se agotarán en menos de una semana, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, que tiene ya preparados en la zona norte de Egipto o de camino más de 300 toneladas de ayuda en caso de que se anuncie finalmente algún tipo de acuerdo político sobre la reapertura del paso de Rafá, el único que no está controlado por Israel.

En la frontera entre Israel y Palestina, a veces, los días de tregua y los de guerra se parecen demasiado. Esta crónica muestra el paso de la precaria calma a la beligerancia abierta y declarada. Pero el relato tiene más de continuidad que de ruptura. Sonia Budassi viajó en noviembre de 2011 a Israel, recorrió la frontera con Gaza y algunas ciudades palestinas. Exactamente un año más tarde, en noviembre de 2012, se desata otra guerra y llueven aún más misiles de uno y otro lado.

Casi todos los niños y niñas de la Franja de Gaza se han visto expuestos a situaciones extremadamente difíciles y traumáticas, que han estado marcadas por una destrucción generalizada, ataques constantes, desplazamientos de población y una grave falta de elementos de primera necesidad como alimentos, agua y medicinas. “La matanza y mutilación de niños, el secuestro de menores, los ataques a hospitales y escuelas, y la denegación de acceso a la ayuda humanitaria son graves violaciones de los derechos de la infancia”...

Periodistas de varios medios de comunicación informaron este viernes de ataques sin precedentes contra el norte de la Franja de Gaza. Un corresponsal de Al Jazeera afirmó que la Franja de Gaza es testigo del bombardeo "más intenso por tierra, mar y aire desde el comienzo de la guerra".

Aviones israelíes arrojaron este sábado octavillas sobre la ciudad de Gaza en las que se avisa a sus habitantes de que la zona es ahora "un campo de batalla" mientras se incrementan los bombardeos desde el aire.

En un informe publicado una semana después del ataque por sorpresa dirigido por Hamás contra bases militares y kibutz israelíes, el Instituto para la Seguridad Nacional y la Estrategia Sionista esbozó "un plan para el reasentamiento y la rehabilitación final en Egipto de toda la población de Gaza", basado en la "oportunidad única y poco frecuente de evacuar toda la Franja de Gaza" que brindó el último asalto israelí al enclave costero asediado.

"Las fuerzas de ocupación han llevado a cabo 908 masacres en la Franja de Gaza", ha denunciado, al tiempo que ha pedido a la comunidad internacional que "proteja las instalaciones médicas", después de que los ataques israelíes hayan dejado fuera de servicio 25 hospitales en el enclave. "Pedimos a los residentes de Gaza que vayan a los hospitales a donar sangre, ante la falta de una cantidad suficiente para salvar a los heridos", ha remachado.

Los llamamientos a un alto el fuego son un llamamiento a Israel para que se rinda ante Hamás, para que se rinda ante el terrorismo y para que se rinda ante la barbarie. Eso no pasara", aseguró el político.

La ONU confirma que 50.000 palestinos han evacuado el norte de la Franja en las últimas 24 horas, huyendo de los combates que ya se producen en las calles de la ciudad de Gaza. Las autoridades sanitarias de Gaza elevan la cifra de muertos a 10.812 personas, incluyendo 4.412 niños, además de 26.457 heridos.