Tras el final del estado de alarma, hace ahora dos meses, los adventistas del séptimo virus nos vienen advirtiendo del fin de los días. Ojocuidao, le decían al presidente, la situación puede descontrolarse. La gente lleva mucho tiempo encerrada y va a celebrar la vuelta a la normalidad, y llegarán los contagios, el colapso de los hospitales y de las UCI, volverán las muertes. Regresaremos a la casilla de salida, presidente. Hay que mantener el pulso, presidente, hay que controlar al pueblo. “Recuperemos la alegría de vivir”, dijo el presidente,