El gigante de la distribución tiene una cuarta parte de sus grandes centros comerciales con pérdidas estructurales, pero se resiste a cerrarlos por razones de imagen corporativa. La mayoría se corresponden con los edificios lanzados a partir del año 2000, especialmente los años previos y los posteriores al estallido de la crisis financiera, como los de Leganés (Arroyosur), Jaén, Oviedo, Elche, Guadalajara, Talavera, Albacete o Eibar.