Solo hay un futuro cierto: Ucrania nunca volverá a ser rusa. Con su absurda agresión, Putin ha conseguido crear un sentimiento de unidad nacional ucraniana sin precedentes. Ucrania, por lo tanto, será independiente, democrática y, con el tiempo, miembro de la OTAN y quizá de la Unión Europea. Este será también el destino de Moldavia, e incluso de Georgia.