"No consta que la intención de las personas que organizan y participan en la procesión sea la de ofender los sentimientos religiosos de las personas que profesan la religión Católica, no hicieron escarnio de sus dogmas, creencias o ritos, tampoco vejaron públicamente a quienes profesan esta religión, ni la procesión tuvo como fin inequívoco el de ofender los sentimientos religiosos", esgrime la jueza de Sevilla para archivar la causa contra dos sindicalistas y tres feministas que procesionaron por las calles de Sevilla al "Santísimo coño".