Se crea empleo, pero a un ritmo muy lento (impropio de épocas de recuperación económica y que nos deja todavía muy lejos de las cotas que teníamos en el inicio del gobierno actual, con 694.200 empleados más que ahora) y en unas condiciones mezquinas y de una calidad nunca vista. Contratos temporales, a jornada parcial, con salarios reducidos, con alta inseguridad laboral, con niveles de explotación destacables, y en actividades de bajo valor añadido, que explican que el porcentaje de trabajadores pobres no deje de aumentar...