Los chicos y las chicas que pueblan nuestras aulas aprenden lo que viven y lo que ven en el mundo adulto. Son imitadores de la sociedad en la que les ha tocado vivir y producto directo del mundo que les presentamos. Ahora, tras la exaltación, por parte de muchos medios, de la libertad de expresión sin límites, si un chico en un aula insulta a su profesor con una expresión soez, alegará que está usando su libertad de expresión y que no podemos coartarla. ¿Es esto libertad de expresión? La polémica sobre las caricaturas del profeta Mahoma se está