Ocho de cada diez jóvenes viven con sus padres: solamente un 22,3% (1.506.240) de las personas entre 16 y 30 años ha logrado independizarse de su hogar de origen, debido sobre todo a las limitaciones para acceder al mercado de trabajo y la fuerte temporalidad de sus contratos, que obligan a este colectivo a aplazar la autonomía. Entre los jóvenes de 30 a 34 años la situación es muy diferente, ya que solamente el 25,5% siguen viviendo en el hogar de origen, según datos del último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España.