El Ministerio Fiscal sostiene que, en un momento dado, dos jóvenes comenzaron a increparle por llevar una mascarilla serigrafiada con la bandera de España. Pasada una hora aproximadamente, esas mismas personas se acercaron nuevamente a la víctima y, sin mediar palabra, le propinaron un fuerte empujón, que hizo que se desequilibrara, sin llegar a caer al suelo. Seguidamente, unas cuatro o cinco personas, entre las que se encontraban los acusados, continuaron agrediéndole, propinándole puñetazos y golpes.