En diciembre de 2019 la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) aprobó una fuerte sanción contra Rusia, dejándola fuera de todas las competiciones internacionales durante un periodo de cuatro años, después de un escándalo de dopaje. La manipulación de datos de los laboratorio, que impidió comprobar cerca de la mitad de los casi 300 casos sospechosos de dopaje en deportistas rusos, llevó a la AMA a expulsar a Rusia de todas las competiciones, incluida esta edición de los Juegos Olímpicos y también de los próximos Juegos de Invierno,