“Cuando mis padres usan el móvil se aíslan en una burbuja, no existo para ellos”. Así es como resume Claudia, una niña de 13 años, la relación de sus padres con el teléfono móvil. Sus amigos, de la misma edad, opinan lo mismo: “Nuestros padres no lo dejan ni un segundo, no nos hacen caso”. Ocurre más de la cuenta, ¿quién no se ha pasado horas hablando, consultando correos electrónicos o mensajes de Whatsapp con el móvil? Cuando uno pensaba que no iba a ocurrirle nunca va tu hijo y te dice: “¿Me estás escuchando?”...