Si eres un hombre, formas parte de la cultura de la violación. Y sí, ya sé que suena duro; no eres necesariamente un violador, pero perpetúas comportamientos a los que comúnmente nos referimos como cultura de la violación. Seguramente estarás pensando «Para quieto ahora mismo, Zaron, ¡ni siquiera me conoces, colega! Como se te ocurra insinuar que me molan las violaciones… No, yo no soy de esos, tío». Sé cómo te sientes, tuve la misma respuesta cuando me dijeron a mí que formaba parte de la cultura de la violación. Suena fatal, pero imagínate..