Pero para 2007, Grecia gastaba más del 14% del PIB por sobre lo que producía, la brecha de este tipo más grande de Europa - más del doble que la de España y el 55% más alta que la de Irlanda. En estos últimos dos países, sin embargo, la brecha obedeció al auge de la construcción; la adopción del euro dio acceso a hipotecas mucho menos costosas. En Grecia, por el contrario, la mayor parte de la brecha fue de orden fiscal y no se aplicó a las inversiones sino al consumo.