En el 18-S, “the day of destiny”, el ‘No’ a la independencia de Escocia ganó, pero no por mucho. Ocurrió cuando la conspiración de David Cameron, para derrotar a la vez a los independentistas y a los laboristas, acercó al borde del abismo al Reino Unido, como conocían por buenas fuentes los de la Faes de Aznar, y se describe aquí. El día en que Alex Salmond, “el pequeño Robespierre”, quitó el sueño a la reina y a la city, y a muchos más. Día de lecciones escocesas.