España cerró 2014 con 253.627 parados menos registrados en las oficinas públicas del antiguo Inem y 417.574 afiliados más a la Seguridad Social que un año antes, protagonizando así la primera creación neta de empleo desde el estallido de la crisis. Sin embargo, todavía está muy lejos de presentar tasas aceptables en materia laboral, ya que el número de desempleados supera los 4,4 millones, tras dispararse en unos 2,3 millones desde finales de 2007, y se han destruido unos 2,6 millones de puestos de trabajo.