Es difícil de creer para muchos de mis compañeros estadounidenses, así como para muchos jóvenes españoles: en España, hace tan sólo 40 años, todavía en los años 70, en la fase final de la dictadura de Franco, las mujeres necesitan el permiso de un hombre-su padre o marido- para abrir una cuenta bancaria, firmar un contrato, o arreglar un pasaporte. [AVISO: El resto del artículo está en ingles, como fue publicado].