El martes tuvo lugar una explosión que podría cambiar el curso de la guerra en Siria. Al menos una docena de comandantes de Ahrar al-Sham, incluyendo su líder, fueron asesinados por lo que se ha descrito como atentado suicida durante una reunión de alto nivel. Ahrar al-Sham era demasiado Salafista para ser considerado un aliado de Occidente, pero nunca fue declarada una organización terrorista por los Estados Unidos (a diferencia de Jabhat al-Nusra) y fue visto como un puente entre los rebeldes seculares y el más extremistas.

Cuenta con entre 10.000 y 20.000 combatientes, lo que las convierte en una de las organizaciones más poderosas que combaten en Siria. Y su lucha es contra los dos grandes enemigos de Occidente en ese país: el presidente Bashar al Asad y el autollamado Estado Islámico (EI). Es Ahrar al Sham ("Hombres Libres de Siria"), la fuerza que podría jugar un papel clave en una sangrienta guerra que ya dura cuatro años. Y también podría ser un potencial poderoso aliado de Occidente en la lucha contra EI.

La organización Ahrar al-Sham, una de las más importantes organizaciones del bloque salafista yihadista de Siria, reivindica un ataque a la base aérea rusa de Latakia.

Los ataques en París del 13 de noviembre por parte de ISIS han llevado a los países occidentales a replantearse la estrategia que tenían en Siria y que buscaba derrocar al régimen de Al Assad apoyando a los rebeldes sirios. En el tablero geopolítico del conflicto sirio todo cambia con una rapidez inusitada y los movimientos y explicaciones simples son una quimera. Uno de los problemas que se plantean a la hora de analizar la situación es el establecimiento de dos bandos de grupos homogéneos monolíticos.

Tras la captura de la localidad de Zara, que estaba en poder del ejército regular, los yihadistas de Ahrar Al-Sham provocaron la semana pasada una horripilante matanza entre la población, de confesión mayoritariamente alevita. Rusia propuso al Consejo de Seguridad de la ONU que Ahrar Al-Sham fuera incluida en el listado de organizaciones terroristas, pero Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Ucrania y otros países lo impidieron. Eso les permite participar en las negociaciones “de paz” como integrantes de la llamada “oposición moderada”

El Ejército de Siria se ha hecho este jueves con el control de la localidad de Al Hader, ubicada en la provincia de Alepo, en el marco de su ofensiva en Alepo. Las Fuerzas Armadas sirias han expulsado de la ciudad a las milicias islamistas Frente al Nusra (vinculada a Al Qaeda) y Ahrar al Sham.

La coalición de rebeldes sirios “Ejercito de la Conquista”, ha capturado la importante base aérea de Abu al-Duhur, la última posición del gobierno en Idlib. La región está ahora bajo el control del “Ejercito de la Conquista”, que incluye a la filial de al-Qaeda, Frente al-Nusra. Su exito se debe tanto al haber sido capaces de unir a diferentes milicias y al acercamiento renovado con Arabia Saudi, Qatar y Turquía, sus principales apoyos que han permitido un nuevo flujo de dinero y armas.

Aquí, en las afueras de Reyhanli , a pocos kilómetros de Siria, está uno de los varios puntos de atención médica para los combatientes turcos dispersos a lo largo de la larga frontera porosa entre los dos países .

El día 14 de marzo, el presidente Vladimir Putin anunciaba que las fuerzas armadas de Rusia habían cumplido su objetivo, dando la orden de retirada. Al día siguiente, un buen número de aeronaves ya estaban camino de sus bases en Rusia mientras que mucha gente todavía no daba crédito. El anuncio no solo era inesperado sino que la retiada se estaba ejecutando de una forma apresurada.

El “régimen de calma” que en teoría se aplica en Siria no tiene grandes repercusiones sobre el terreno, en gran parte porque las “organizaciones terroristas”, como Al Nusra (Al Qaeda) o el Estado Islámico, combaten codo con codo con los llamados “moderados” y reciben armas constantemente de Estados Unidos y sus aliados. El envío de armas a los yihadistas lo realizan principalmente Estados Unidos, Arabia Saudí y Catar, además de Turquía.

Rusia ha denunciado que los grupos extremistas están impidiendo la salida de civiles de Guta Oriental, en la inmediaciones de Damasco, capital siria. Al mismo tiempo da por fracasados los diálogos con los grupos armados para un arreglo pacífico. En los últimos días, Guta Oriental, bastión de grupos armados, incluidas facciones afines a Al-Qaeda, ha sido escenario de combates después de que los islamistas intensificaran sus ataques contra el Ejército sirio y prosiguieran el bombardo, con morteros y artillería, zonas residenciales de Damasco.