El equipo femenino no pudo lucir su trofeo navegando por la Ría. Sí que lo hizo el equipo masculino en 1984. Aquel día de primeros de mayo de 1983 no hubo colegio, cerraron muchos talleres y comercios, la vida en Bilbao, en Bizkaia entera, se ralentizó. Todo, para ver el paso de los campeones a bordo de la gabarra, rebautizada Athletic para la ocasión, por las sucias aguas de la entonces triste y aún industrializada Ría.