Ferraz, en teoría, había prometido ecuanimidad y que cada cuál tuviera un papel parecido, pero este martes se supo que el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, Eduardo Madina, no participará en ningún acto con la candidata socialista, Elena Valenciano, mientras sí lo harán Patxi López y Carme Chacón, que también tienen intenciones de aspirar a la candidatura del PSOE a la Presidencia del Gobierno.

El hundimiento del PSOE en los últimos comicios ha hecho que los buitres vuelvan a planear. Lo hemos podido comprobar con la aparición de Carme Chacón por nuestro país, ese país que abandonó para no verse inmersa en los conflictos que en ese momento se vivían en el PSC.

La verdad es que es difícil imaginar a Eduardo Madina luchando para defender el muro o a Pedro Sánchez llevando una espada de acero valyrio, como si fueran personajes de Juego de Tronos. Pero lo que sí es extrapolable de este fenómeno televisivo a la realidad es la lucha por el poder y el juego de alianzas que unos y otros van tejiendo para llegar al trono de hierro, o en su defecto a la secretaría general del PSOE.

En estas fechas andamos a vueltas, una vez más, con toda la caterva de caraduras varios que arruinaron Caja Madrid y luego Bankia, cometieron toda suerte de fraudes y luego se dedicaron a fundir la ingente cantidad de dinero público con que hubo que rescatar la entidad. No es cosa de repasar uno a uno, pues daría para una enciclopedia semejante historial de latrocinio, pero por lo menos vamos a centrarnos con un aragonés de pro, que ahora mismo permanece en un interesado segundo plano: Ramón Ferraz Ricarte.

Primeros roces en el PSOE tras el 22-M: La ganadora afirma que gobernará en solitario. Ferraz dice que la victoria es de Pedro Sánchez.

Si Gabilondo fracasa, también será el hundimiento de Pedro Sánchez. Y las encuestas, informan en la ejecutiva del PSOE, siguen sin pintar nada bien. El propio candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, anda diciendo a quien quiere escucharle que Cristina Cifuentes, candidata del PP a la comunidad, es mucho más peligrosa, políticamente hablando, que Esperanza Aguirre y, lo más importante, que Ángel Gabilondo no está dando la talla como cartel electoral ya que le falta tirón y ganas de comerse el mundo.

Ferraz ha relegado a un segundo plano al expresidente en los actos previstos hasta el 24 de mayo. La participación de Zapatero en la campaña se limitará a apariciones en cuatro federaciones junto a los candidatos que lo han solicitado. Por el momento, dos de esos eventos se han producido sin que los servicios de prensa de Ferraz les hayan dado publicidad. La dirección federal asegura que ni las federaciones ni el expresidente los confirmaron.

El secretario de Organización del PSOE, César Luena, considera que la candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, "quizá todavía no se ha dado cuenta" de que "la derecha ha sido rechazada" en las elecciones de este domingo y ha recalcado que los resultados abren la puerta a una "alternativa" en el Gobierno regional que el PSOE no descarta liderar.

Ferraz se niega a informar sobre lo que cobra el fichaje estrella del candidato aduciendo que es información "personal". La organización defiende que el exministro tenga un salario porque ha tenido que renunciar a su empleo, ya que era incompatible con su función de asesor del PSOE.

Las encuestas que maneja Ferraz dejan al PP a 45 escaños de la mayoría. Y creen que nadie, ni C’s, va a querer dar su apoyo a un presidente que Rivera considera “agotado”.

Esperanza Aguirre está contenta tras un disgusto que se llevó el pasado martes. En un despiste Pecas, su famoso perro, se escapó y viajó libremente por las calles madrileñas, por suerte, con menos coches que habitualmente debido a las vacaciones de agosto.

La ya célebre mascota de la presidenta del PP madrileño se perdió hace días. Fue encontrado por un agente de movilidad cerca de la sede del PSOE, en la calle Ferraz.

Los socialistas telefonean sin autorización previa a domicilios de particulares que no son simpatizantes. Defienden su programa electoral frente a la opción que piensa votar el interlocutor. Las llamadas a dispositivos fijos efectuadas en horario laboral buscan sobre todo captar el apoyo de pensionistas.

Cuando el PSOE bajó de siete a seis diputados en Madrid, los dirigentes que se encontraban en el 'búnker' junto al líder socialista lo celebraron: su principal rival interno, que le disputó las primarias para la Secretaría General, se quedaba fuera del Congreso y con opciones muy limitadas en la vida política.

Los socialistas han cambiado los villancicos por los tambores de guerra y las postales por las advertencias. ¿La excusa? La política de alianzas para el Gobierno de cambio que persigue su secretario general. ¿El motivo de fondo? La batalla por el liderazgo. Un déjà vu.

Poco importa el documento que salga hoy del comité. Ese cartapacio apenas le servirá a Susana Díaz para calzar la mesa donde intentará firmar el ‘finiquito’ del líder socialista.

Un grupo de militantes de extrema derecha pertenecientes al desalojado 'Hogar Social de Madrid' han lanzado este lunes varios botes de humo ante la sede federal del PSOE en la madrileña calle Ferraz donde permanece reunido el Comité Federal de la organización y han cortado durante unos minutos el tráfico rodado al desplegar una pancarta en la calzada.

Susana Díaz tiene un plan para ganar la guerra civil en el PSOE, hacerse con las riendas del partido y convertirse en la primera presidenta de España.

Jueves 5 de enero, Cadena Ser. Iñaki Gabilondo: "Lamento no compartir la confianza que muchos parecen tener en la capacidad de Susana Díaz para las más altas empresas. Es una mujer que aprecio de verdad. Tiene cualidades políticas sobresalientes, en especial para responsabilidades orgánicas en el aparato de su partido. Pero son tan sobresalientes como sus limitaciones para optar al Gobierno de España, al que sin decirlo apunta".

Luena recuerda que Sánchez no tiene la obligación de someter la ratificación de un acuerdo al máximo órgano de poder. El número dos recalca que el líder no gobernará a cualquier precio.