Tendemos a creer que una lluvia de meteoros siempre tiene que amenazar la Tierra. Cosas de la Ciencia Ficción. Sin embargo, resulta que nuestras queridas estrellas fugaces con las que siempre solemos pedir un deseo son precisamente lluvías de meteoritos.
La fisura en el hielo avanza a un ritmo de más de un kilómetro al año en dirección a la estación. Los científicos comienzan un plan para desmontar los módulos y llevarlos a lugar seguro.
La lluvia de estrellas más importante de la primavera, Eta Acuáridas, tendrá su momento álgido en la madrugada del sábado 6 de mayo, aunque el fenómeno quedará algo deslucido por el brillo de la Luna.