Como los miembros de la barcelonesa Asociación para la Difusión de la Copa Menstrual (ADCM), que defienden el uso de este recipiente que recoge el flujo menstrual y que ha sido empleado desde el siglo XIX, mucho antes que los tampones, y que según su vicepresidenta, Jasmina García, “no deja restos, no altera el Ph del cuerpo ni la flora vaginal y además te la compras sólo una vez y puede durarte hasta diez años”, explica. Y critica que en una “sociedad de usar y tirar” todo el mundo crea que es mucho más higiénico un tampón simplemente porque l