El economista Joseph Stiglitz nos habla de un pacto entre las élites económicas y el resto, en el que las primeras se comprometían a proporcionar empleo y prosperidad y los demás permitían a aquella que se llevase sus beneficios. “Todos vosotros os lleváis una tajada, aunque nosotros nos llevaremos la más grande”, decían. Ese acuerdo tácito se ha desmontado ruidosamente: los ricos se siguen llevando la riqueza, pero no proporcionan a los demás más que angustia e incertidumbre.