Nació entre bombardeos, tuvo que dejar de estudiar con apenas 15 años y, sin embargo, terminó siendo uno de los rostros más conocidos del cine mundial: el británico Bob Hoskins (1942-2014), era un rostro reconocible en proyectos de lo más variopinto, un actor capaz de pasar de la amabilidad al terror en décimas de segundo y, según dicen, un tipo encantador. Hoy, a los 71 años, se ha anunciado su muerte.