Se llama Ramón, es pescador artesanal y está hasta las narices de las toallitas húmedas. Ramón faena con su pequeña embarcación las aguas costeras del litoral barcelonés, frente a las playas de Badalona. Sepias, lenguados, sargos, salmonetes: eso era lo que venía sacando de la mar con sus pequeñas redes. Hasta ahora. Porque desde un tiempo a esta parte la barca de Ramón lo único que pesca en abundancia son toallitas húmedas: esas que echamos por el váter. La situación es tan grave que se está planteando seriamente adelantar su jubilación...

Las toallitas húmedas se convierten en una plaga también en la alta montaña. En Sierra Nevada, una organización de voluntarios ha retirado 400 kilos de basura de allí arriba, entre las que se encontraba el lavabo de una autocaravana, además de miles de toallitas húmedas. Los turistas que llegan allí cada verano, han tomado la costumbre de hacer sus necesidades detrás de unos pinos en la zona de La Hoya de la Mora. El resultado son más de 400 kilos de deshechos depositados por el incivismo de quien no respeta ni un Parque Nacional.

Fernando Morcillo, presidente de la Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento, visita el plató de 'Más Vale Tarde' para explica el peligro de arrojar toallitas por el desagüe. Estas toallitas, que son un elemento de confort de uso diario, generan muchos problemas en las estaciones de depuración de aguas residuales, convirtiéndose en el ‘enemigo número 1’ de las grandes ciudades. "Un producto que en 5 días no es biodegradable no la podemos depurar".

Retirar las toallitas que atascan los sistemas de alcantarillado en España cuesta ya, cada año, 230 millones de euros y esto supone el 15% de la factura total del saneamiento de los servicios municipales de agua. Para intentar frenar este ya grave problema ecológico y económico, España ha puesto en marcha la Norma más estricta del mundo. En nuestro país, cada año se usan 140 millones de paquetes de toallitas. Sólo un 20% de las toallitas que ahora se usan en España se deshacen al entrar en contacto con el agua.

Son extremadamente útiles en el momento de cambiarle a un bebé los pañales. También para higienizarnos en un festival, un campamento o en cualquier otra situación en la que se complica el acceso al agua. Tan prácticas son que nos hemos acostumbrado a utilizarlas incluso cuando no las necesitamos. Y una vez usadas, acabamos tirándolas -casi siempre- al inodoro. Pero lo que quizá la mayoría nosotros no sabe es que, al hacerlo, estamos causando un daño grave en los sistemas de desagües y en el medio ambiente.

Especialistas en fontanería han retirado en el noroeste de Inglaterra una masa de toallitas y otros desechos no degradables que llegó a alcanzar un peso de 200 toneladas y que estaba provocando inundaciones en casas. Según la empresa de agua United Utilities, la repugnante masa de desechos, toallitas húmedas y otros artículos sanitarios descubiertos en Liverpool tuvieron que ser retirados de urgencia. La montaña de toallitas tenía unas dimensiones de 250 metros, y los expertos tuvieron que recurrir a un novedoso sistema para desbloquearla.

El Ayuntamiento de Málaga usa la imagen del recordado humorista en su última campaña de concienciación para evitar que se arrojen estos productos al inodoro. Quietorrr, no tires las toallitas al WC. No tires las toallitas al WC por tus muelas. Tirar las toallitas al WC es una guarrerida española. ¿Te das cuen?”, son algunas de las frases utilizadas por la campaña.

Un enorme tapón de toallitas de 350 kilogramos de peso provocó ayer un desbordamiento de un colector en San Javier en el que operarios de la empresa Hidrogea trabajaron durante 9 horas para retirarlo y evitar que las aguas fecales siguieran inundando la carretera del aeropuerto, informó esta sociedad de gestión de aguas. Un "monstruo de las toallitas", como lo denomina la empresa, es el que ha provocado que Hidrogea tuviera que movilizar en el citado municipio murciano a todos sus medios técnicos y humanos para sacarlo del colector.

El monstruo de las toallitas ha vuelto a hacer de las suyas en el río Guadalquivir a su paso por Córdoba. Desde hace años, los colectivos vecinales y ecologistas trabajan para concienciar sobre los efectos que tiene arrojar toallitas húmedas (las que se usan para bebés o para desmaquillarse) por el inodoro y que acaban en los ríos.

Una masa compacta de un volumen aproximado de 75 metros cúbicos compuesta por elementos de higiene personal, principalmente toallitas higiénicas de base textil, mantiene obturada la canalización en uno de los principales colectores de la red de saneamiento de la comarca de San Sebastián desde mediados de la semana pasada. Las tareas de desatasco del enorme tapón entrañan cierta complejidad, ya que han de realizarse manualmente.

El Pleno del Ayuntamiento madrileño de Navalcarnero (27.000 vecinos) aprobó este miércoles declarar nulos los suministros por valor de 136.000 euros en herbicidas, insecticidas y toallitas de baño que el anterior Gobierno local, del PP, compró entre finales de 2013 y mediados de 2014. La mercancía se guardaba en almacenes municipales, sin usar.

El río Jarama, un espacio protegido Red Natura 2000, se convierte periódicamente en una cloaca a cielo abierto por los vertidos intermitentes de aguas fecales, toallitas y otros materiales a través de los arroyos de Valdebebas, La Vega y otros focos. Organizaciones ecologistas exigen que se ponga fin a esta situación.