Aunque hace una hora algunos medios digitales avanzaron que un equipo desginado por el Gobierno del PP en Madrid había procedido ya a la ejecución de Excalibur, el perro de la enfermera con ébola y de su marido, Javier Limón, la agencia Europa Press informa en un despacho de última hora que el animal, cuya muerte es una auténtica obsesión para los responsables del Gobierno de Ignacio González, posiblemente para tratar de tapar la cadena de despropósitos que ha llevado a España a ser objeto de alarma y sospecha internacionales, aún está vivo y,