Elorza, Savater, el propio Juliá… ¿Qué les pasa? Creo que algunos de los intelectuales PRISA, al hacerse mayores, se van dando cuenta de que han dejado pasar trenes que tendrían que haber cogido para poder haber sido ellos los Azaña que desearían haber sido. Un poco como Esperanza Aguirre en el espectro contrario. Es gente respetable hasta cierto punto, quizá sobre todo por la edad. Pero desde luego son dañinos. Porque como intelectuales no han sido, en realidad, ni honestos ni sinceros.