La barcaza está anclada frente al puerto de Portland, en el suroeste de Inglaterra, y en las próximas semanas se convertirá en el hogar de 500 hombres solteros que solicitan asilo en el país europeo. Al caminar a bordo se tiene la sensación de estar en un viejo ferry nocturno o un motel anticuado, es como estar en un ambiente un poco descolorido de los años 80 y 90. Los pasillos largos y confusos conducen a cabinas relativamente espaciosas que incluyen un escritorio, un armario, una caja fuerte, un televisor y ventanas grandes.