Trabajo en un centro educativo en el que, por motivos que no pienso comentar aquí, he tenido la oportunidad de ver el falo, pene o, simplemente pollón o pollazo del director del mismo. Además sé, por lo que comentan las compañeras femeninas del Claustro, que ese miembro se usa, a pesar del tamaño, relativamente bien. Incluso han publicado fotos en un grupo de Facebook que tenemos solo los docentes de ese centro.