Con más de 490 metros de longitud y una altura de 85 metros, el puente peatonal cruza un río y tiene unas impresionantes vistas al pico Matterhorn. Cuenta con un sistema para evitar balanceos excesivos.

516 son los metros que mide y que le han convertido en el puente peatonal más largo del mundo. Arouca, la región de Portugal en la que se encuentra, a unos 60 kilómetros al sudeste de Oporto. ¿Su nombre? 516 Arouca, en el que ya se dan los últimos retoques para que pueda abrir al público a finales de octubre. A esa longitud, sumémosle que el suelo del puente ha sido construido con una reja metálica que deja ver la maravillosa naturaleza que albergan los 175 metros de altura que separan al puente del lecho del río Paiva.

La pasarela mide 516 metros de largo y está situado en Arouca, a unos sesenta kilómetros de Oporto. Visitarlo cuesta doce euros, previa reserva, y solo treinta personas pueden cruzarlo de forma simultánea. Para cruzarlo son necesarios doce euros y, también, algo de valor. El puente peatonal colgante más largo del mundo que acaba de inaugurar Portugal no sólo impone por su longitud, sino también por su altura. Mide 516 metros de largo y se encuentra a 175 sobre el suelo. Unas medidas no aptas para quien sufra de vértigo.

Este tipo de productos de "iones negativos" se pueden encontrar a la venta en Internet, afirmando que mejoran la función inmunológica, aumentan la energía y, sí, protegen al usuario de las ondas 5G supuestamente dañinas. Muchos de estos productos emiten niveles bajos de radiación ionizante que podrían ser peligrosos con un uso prolongado; tanto es así que la Autoridad de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (ANVS) de los Países Bajos acaba de emitir una alerta al consumidor y prohibió la venta de diez de esos productos.