Durante la última dictadura en Argentina, para ingresar al cuerpo de informaciones de la Policía Federal entre otras evaluaciones había una sobre matemáticas y geometría. En esta verdadera pedagogía del opresor, los informantes policiales en vez de hacer cálculos contando peras, manzanas u ovejas, realizaban sus ejercicios con comunistas, peronistas, radicales y personas “de ideologías no definidas”.