Imagino que hoy, como en otras ocasiones similares, la prensa discutirá la importante cuestión de quién ganó el debate. Y una vez más veremos y leeremos sesudos análisis en los que los expertos explicarán que el debate lo ganó Fulano por la forma en la que sujetaba el boli, por su elección de vestuario [...] Como supongo que pensaría Frank Zappa, la pregunta ¿quién ganó el debate? es, o debería ser, tan absurda como ¿quién ganó en el libro que te estás leyendo?