Esa idea es la que motiva a David Potocnik y su CyberHippieTotalism, una comuna que en 2011 encontró su hueco en Mala, un pequeño pueblo de Lanzarote, y que quiere rescatar la filosofía 'hippie' de la mano de la tecnología, "de la que ellos carecían" en su momento, explica a HojadeRouter.com. Lo define como un espacio "limpio y ordenado" para la contracultura, donde especialmente 'hackers', aunque también teóricos de la tecnología, artistas de vanguardia y 'startups', pueden vivir y trabajar aislados del "mundo real".