Un año después de que empezaran los cortes de luz, la Cañada Real siguen a oscuras. Una vez más desde allí, en un recorrido por casas de vecinos que nos abren sus puertas para que seamos su altavoz y saber cómo lo están viviendo. En estos meses el barrio, en el que viven centenares de familias y que es el mayor asentamiento ilegal de Europa, se ha organizado y su lucha se ha hecho más visible, pero siguen viviendo a la luz de las velas. Un camino que hicimos hace unos meses, con la Cañada cubierta por el paso de Filomena.