Larry Nassar ha escuchado uno a uno los testimonios de cada una de las gimnastas que, cuando eran niñas, sufrieron sus abusos. Ha visto cómo le miraban a la cara, cómo le desafiaban y como le decían que ya no tenían miedo, que ahora empezaba su infierno. No se equivocaba ninguna de ellas, pues el que fuera médico de la selección estadounidense de gimnasia ha sido condenado a una pena de 40 a 175 años de cárcel al encontrarle la sala del Tribuna 5 de Lansing (Michigan) culpable de siete cargos de conducta sexual criminal en primer grado.