Suiza es atractiva para las empresas, ya que posee una de las legislaciones laborales más liberales del mundo. El mercado laboral es muy flexible, ya que se rige por una legislación liberal que proporciona flexibilidad a las empresas para contratar por poco tiempo o despedir con un breve preaviso a los empleados, según sus necesidades económicas. En una comparativa internacional, los gastos salariales complementarios son bajos y en los últimos diez años no hubo otro país europeo donde se hayan producido menos huelgas.