Pese al fantasioso cuento chino que a estas horas anda explicando Rajoy a sus interlocutores del G-20, ni existe nada parecido a un modelo de crecimiento español, ni tampoco constan en el universo de lo tangible registros estadísticos de algo que remotamente recuerde a un milagro económico hispano u otra quimera macroeconómica por el estilo. La propaganda del Gobierno del PP a propósito de nuestra economía, su consideración como un prodigio singular, único en Europa y extraordinario en la Zona Euro, es solo eso: propaganda