Todos sabemos que el precursor de la crisis fue la especulación inmobiliaria y la construcción sin control, preferiblemente en lugares costeros en los que millones de turistas pudieran tostarse al sol durante un par de meses al año sin importar la calidad del inmueble, el impacto al entorno y si eso fuera a resultar un negocio duradero y sostenible. Lo mostraron programas como Salvados de Jordi Évole, algunos telediarios y muchos periódicos, pero no hay nada como verlo en persona.

Los talibanes han matado al menos cien personas - entre ellas más de ochenta niños - en un asalto a una escuela dirigida por el ejército en Peshawar, Pakistán.

Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia serán, por ese orden, las comunidades autónomas donde más personas financiarán sus viajes de verano.

La caja de los truenos la abrió el tuitero Rorin (@roritv) cuando decidió publicar hace un par de días una imagen a vista de pájaro de una glorieta que conoce muy bien por estar cerca de donde vive. “¿Os he enseñado alguna vez la rotonda de un polígono de mi ciudad que tiene solo una entrada y una salida?”, decía en su tuit. Con él, la foto de la glorieta en cuestión.

El aumento disparatado de los precios de alquiler, especialmente en las grandes ciudades, es uno de las grandes problemas sociales de nuestro tiempo. Economistas liberales como Juan Ramón Rallo sostienen que la solución está, cómo no, en dejar que el mercado haga su magia. Se trataría de una sencilla cuestión de oferta y demanda (...) En primer lugar, los alquileres no son un precio más. Cuando aumenta la demanda de zapatos o de trigo, es relativamente fácil aumentar la producción para ajustar la oferta al aumento de demanda.

Fumar es hoy más que nunca un acto de egoísmo. Un fumador que contraiga el Covid-19 tiene un riesgo 14 veces mayor de que la enfermedad llegue a neumonía que una persona que no fume. El tabaco es un factor más que contribuye agravar el problema de saturación sanitaria. Las autoridades sanitarias han insistido a la población que eviten situaciones que puedan degenerar en una asistencia hospitalaria pero obvian que encender un cigarrillo más sobre pulmones inflamados y arterias obstruidas recae directamente sobre un sistema sanitario saturado.

El tira y afloja entre la Comunidad de Madrid y el Ministerio de Sanidad sobre las medidas restrictivas para contener el rebrote de la COVID-19 en la capital tiene un efecto colateral difícil de entender: el cierre de los parques infantiles en todas las áreas afectadas de la CAM pese a que las medidas publicadas en el BOE no lo exigen.

Ya han llegado los límites de velocidad a 50, 30 y 20 Km/h en ciudad, pero la DGT nos ha enseñado tótem bien la patita con lo de los 70 Km/h en carretera... algo que ya se viene aplicando en zonas de carretera en proximidad de cruces, Incorporaciones y lugares en resumen sin arcén de metro y medio donde se considera que hay peligro. Aunque la DGT se ha apresurado a desmentir que esté estudiando esta nueva reducción de velocidad en carretera, está claro que había intencionalidad en sacar de la chistera una vuelta de rosca más al asunto.

El emplazamiento fuera del casco urbano de las nuevas estaciones ha provocado un perjuicio significativo para las personas usuarias del tren. La modificación también ha supuesto un perjuicio por la línea R16, la línea de Tortosa y que antes pasaba por el centro de Salou y Cambrils, que ha visto disminuido en un 40% su demanda. La actitud del Ayuntamiento de Salou ante el TramCamp resulta incomprensible, puesto que llega a amenazar con acciones judiciales argumentando que considera este proyecto alternativo como una barrera urbana.