Cataluña no es Escocia, ni España es como el Reino Unido, y por tanto no cabe hacer paralelismos. Es la doctrina del Gobierno de Mariano Rajoy y la que este viernes volvió a repetir la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, tras conocerse el resultado del referéndum, el no de los escoceses a la independencia. Argumento que le vale al Ejecutivo para no plantearse siquiera la posibilidad de dar un mayor poder a Cataluña, al contrario de lo prometido por el primer ministro británico, David Cameron.