Si analizamos la evolución de nuestro tejido empresarial, tomando como variable de análisis la facturación, apreciamos que ante el retroceso de la hostelería (-1,9 %) y de las actividades administrativas y servicios auxiliares (-0,4 %), contrasta el fuerte incremento que están experimentando otro tipo de actividades del sector servicios, y en especial en transporte y almacenamiento (+5,6 %) e información y comunicaciones (+2,2 %).