El hombre que mató y violó a Míriam, Toñi y Desiré, que las torturó con una vileza y un ensañamiento inconcebibles. El dispositivo se prepara a la carrera, y también la detención. Treinta años después de aquel horror televisado, de aquella catarsis multitudinaria, Anglés vive en Madrid bajo la identidad de un empresario mexicano. Tiene mujer e hijos. Ya no es aquel delincuente de poca monta con tendencias asesinas y atiborrado de Rohypnol.