Willy Meyer se va porque dentro de Izquierda Unida estaban, muchos, deseando echarle. Porque su figura en lo alto de la lista electoral era símbolo, para una generación impulsada por un clima político nuevo, del cierre exasperante de la cúpula de una organización a la que le valía con lo que decían las encuestas. Después de ser el candidato de IU que más veces ha repetido en unas elecciones de convocatoria estatal (más que Llamazares, más que Julio Anguita)