Rocío Figueroa fue durante 21 años consagrada en la Fraternidad Mariana de la Reconciliación, uno de los grupos más conservadores de la Iglesia latinoameriana, del que llegó a ser superiora. Rocío sufrió los abusos del vicario de la congregación, German Doig, y ayudó a desentrañar los del propio fundador, Luis Fernando Figari. Hoy, esta teóloga peruana abandera, desde Voices of Faith, la lucha por la igualdad de las mujeres, religiosas y laicas, en la Iglesia. "Él estaba 'ayudándome', probando mi castidad. Sentía que era mi culpa".